“En su libro Pateando la Escalera, Ha-Joon Chang devela que tanto Inglaterra como los Estados Unidos no solo fueron los pioneros en haber usado el proteccionismo para desarrollar sus economías, a través de la implementación del concepto de industria infante, sino que este estuvo vigente hasta la época de la Segunda Guerra Mundial. Cosa semejante describen para las demás economías europeas y para el Japón y los llamados “Tigres asiáticos”. Y sólo después de haber logrado consolidar aparatos productivos sólidos, dichos países abrieron sus fronteras para el comercio libre.
Lo irónico, según estos economistas, es que una vez que los países ricos han alcanzado preeminencia mundial gracias a un largo período proteccionista –que se remonta incluso a cuando fueron países colonizadores– ahora, literalmente, “patean la escalera”, para impedir que los demás países en proceso de desarrollo puedan acceder al mismo patrón de desarrollo y transiten por el mismo camino.

…mueven sus sedes de producción, desplazan sus capitales a la velocidad de la luz e invierten (o desinvierten) de un extremo a otro del planeta; no conocen fronteras, ni Estados, ni culturas, se burlan de las soberanías nacionales, especulan contra las monedas, provocan recesiones y adoctrinan a los gobernantes… Un mercado (global) sin reglas es un mercado negro en el que los nuevos sujetos de poder son, muchas veces, las mafias, adquieran el disfraz que adquieran”
‘Yo no clasifico el “laisser-faire” capitalista en la misma categoría que el fascismo y el comunismo. Las ideologías totalitarias buscan destruir deliberadamente la sociedad abierta. Las políticas del “laisser-faire” la ponen en peligro, pero por inadvertencia… considero la amenaza del laisser- faire como más real, actualmente, que aquella de las ideologías totalitarias”
https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/economia/article/download/567/502/
Lo que dice el artículo es una realidad casi inobjetable. Es cierto.
Sin embargo, al ignorar un hecho central deja a los países exitosos como unos malvados capitalistas explotadores y tramposos cosa que es totalmente injusta.
La realidad es que lo que lleva al éxito, al progreso, y probablemente a la felicidad de los pueblos es la capacidad de su ciudadanía y por ende también de su dirigencia política para obtener una organización social y política lo más óptima posible.
Capacidad que depende de algo que se conoce como Capital Social.
Y cuando se llega a un determinado nivel de organización, las políticas que se utilicen para progresar y desarrollarse adquieren un papel secundario siempre que se mantengan dentro de los márgenes del capitalismo. Con más o menos proteccionismo o con más o menos libre comercio o con más o menos participación del Estado en el proceso (aunque vale remarcar que en los principios de los procesos de desarrollo a menudo acompaña una importante injerencia estatal fundamentalmente apoyando y protegiendo sus industrias).
Y ésto está bien. Obviamente que está bien.
La historia que sigue y que el artículo remarca respecto al aprovechamiento y muchas veces explotación de los países poderosos, que es cierto a medias, es propio de la injerencia de nuestra naturaleza humana en el desarrollo de las políticas y que se conoce como realpolitik. Y la realpolitik es inevitable.
La realpolitik condiciona absolutamente a los países a adaptarse a esa realidad y esa realidad te dice que si sos un país de pelotudos, alguien se va a aprovechar de tu pelotudez e incapacidad. Y si no soy yo el que se aprovecha, otro lo hará. Y jodete por pelotudo.
Todos los países industrializados y poderosos saben que si no se juega en este terreno, se pierde mientras otro gana.
Punto.
El que se queja porque es explotado es un imbécil y nada existe para evitar que así suceda.
Y el que critica la explotación es porque es un cínico de mierda. O como mínimo, un brutal desconocedor de nuestra naturaleza humana.
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